martes, 19 de agosto de 2008
NOSOTRAS, LA GUERRA , EL PODER Y OTRAS VARIAS DESGRACIAS II Virgenes juradas...y no.
Pashe Keqi nació mujer hace 78 años en las montañas de Albania. A los 20 decidió que eso no era negocio.
Los hombres mandaban; las mujeres obedecían. Los hombres se divertían; las mujeres parían. Los hombres comían; las mujeres cocinaban. Los hombres portaban escopetas; las mujeres, escobas.
Además había obligaciones que cumplir. Su padre, el último varón en la familia, había sido asesinado en una de las usuales vendetas de la región y con sus cuatro hermanos, ya sea en prisión o también asesinados, quién se iba a hacer cargo de de sus cuñadas y varios sobrinos? Una casa sin hombres no es una casa de respeto.
Así, Pashe se convirtió en una “virgen jurada”: corto su pelo, cambió sus ropas por las de su padre y juró renunciar para siempre al matrimonio, el sexo y los hijos.
Dan Bilefky (Albanian Custom fades: woman as a family man) dice que “...la tradición de las vírgenes juradas se remonta al Kanun de Leke Dukagjini, un código de conducta que pasó oralmente entre los clanes del norte de Albania por más de 500 años. Bajo el Kanun, el rol de la mujer está severamnte circunscrito : cuidar a los niños y la casa. Mientras la vida de una mujer vale la mitad que la de un hombre, la de una virgen (jurada) vale lo mismo: 12 bueyes.”
Ser una virgen jurada permite a la mujer actividades absolutamente restringidas a las otras, tales como portar armas, tener propiedades y libertad de movilidad. Ellas participan con los hombres de la comunidad en todas las actividades masculinas, excepto tener sexo, ya que la homosexualidad es tabú.
Y gozan de las prerrogativas masculinas también, tales como ser servidas en la mesa por las mujeres.
La tradición de las vírgenes juradas ha sido respetada tanto por musulmanes como por cristianos.
A la fecha hay aun unas 40 virgenes juradas en Albania, la mayoría de ellas arriba de los 50 años.
Rakipi, otra virgen jurada, se lamenta de lo hoy pasa con las mujeres albanesas: “ Hoy, las mujeres van medio desnudas a las disco. Toda mi vida he sido tratada como un hombre, siempre con respeto. Yo no limpio, yo no plancho, yo no cocino. Ese es trabajo de las mujeres.”
Empoderarse. Otra palabra clave en el ideario feminista, también tiene sus asegunes. Las vírgenes juradas lo hacen renunciando a sus identidad de género, especialmnte a su sexualidad, mientras a lo largo de la historia muchas mujeres han compartido el poder masculino mediante el matrimonio.
Aun hoy día en naciones “modernas” muchos dudan que una mujer pueda dirigir los destinos nacionales sin un “hombre fuerte” a su lado. Para muchos, por ejemplo, el boleto electoral de Hillary Clinton estuvo atado irremediablemente a su famoso marido; así, el electorado en realidad votaría por “Billary”. Una vez que ella perdió la nominación y se empezó a barajar la posibilidad de que Barak Obama la escogiera como su candidata a la vicepresidencia, la broma usual era: “Imposible, Bill nunca aceptaría ser el “segundo caballero”.
Varias mujeres a lo largo de la historia han sido mandatarias, aunque como género nunca hemos tenido el poder. Y la verdad, cuando algunas mujeres han llegado al poder el resultado no ha sido muy alentador.
Como vírgenes juradas, las reinas y gobernantes mujeres han renunciado ( o han sido obligadas a renunciar ) en su mayoría a su identidad de género para poder jugar con las reglas de los chicos malos. No hay de otra?
Sorprende , por ejemplo, que prácticamente durante todo el siglo XVIII, Rusia (un poderoso imperio entonces) estuvo gobernada por mujeres (Anna, las dos Catherinas e Isabel). Aunque al igual que otras ilustres de la época llegaron al trono a través del matrimonio o por herencia . Pero no crean que siempre de una manera pasiva. Tuvieron que hacerse su camino al poder jugando rudo: una que otra conjura, un pequeño envenenamiento por acá, una guerrita por allá, en fin ...ah! Y qué tal otra vírgen (dicen unos que sí; otros, que no) que gobernó Inglaterra desde 1558 hasta su muerte en 1603? Claro, Elizabeth I, quien en 1559 , dirigiédose a la Cámara de los Comunes dijo sobre sí misma: “Y, al final, será suficiente para mí que una lápida de mármol declare que una reina , habiendo reinado tal tiempo, vivió y murió vírgen”. Por cierto , la reciente película sobre ella (Elizabeth, con Cathe Blanche en ese papel) no es precisamente muy fiel a los datos históricos y ahí le inventan un amorío con Sir Walter Raleigh, quien aparece como un galán atrevido y encantador y no como el pirata sangriente y colonialista que en realidad fue.
Y qué tal Cristina de Suecia que gobernó de 1632 al 54? quien, de acuerdo a algunas biografías “...fue educada a la manera típica de los hombres y frecuentemente llevaba ropa de hombre” Su apodo cuando niña era “La chica rey”. Cuando abdicó, dejo el país vestida de hombre y bajo el seudónimo de “Conde Dohna”. Por supuesto, Cristina jamás se casó y durante muchos años se especuló que era hermafrodita, hasta que en 1965 una investigación de sus restos mostraron que ella tenía un perfectamente normal cuerpo de mujer.
domingo, 10 de agosto de 2008
Nosotras, el poder, la guerra y varias otras desgracias...
Por Rocío Duque para Malos Modales
I
Para cuando yo nací, mi madre jamás había votado. Primero, porque se lo prohibieron; luego, porque tuvo que esperar hasta las siguientes elecciones. En 1953 en México el derecho a voto les fue “concedido” a las mujeres (desde 1947 podían votar en elecciones municipales. Una especie de “ensayo, supongo, para ver si “en chiquito” no la regaban esas eternas infantes políticas, no?)
Yo nací, pues, con el derecho a voto aunque cuando pude hacerlo no había mucho de donde escoger de todos modos. Y ahora que lo veo a la distancia, jamás le pregunté a mi madre cuál había sido sus sentimiento al no tener derecho a voto: lo había asumido como algo “normal”? (lo dudo) , había protestado, gritado, refunfuñado? tampoco lo sé. Otra conversación más que se quedó pendiente para siempre. De veras lo siento.
Nuestra historia, la de las mujeres, es una cosa curiosa. El derecho a voto y a ocupar puestos públicos (nuestra ciudadanía) y el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos han sido las columnas vertebrales de esta lucha. En algunos países el voto femenino fue autorizado pero no para todas, por ejemplo en Estados Unidos (1920) y Sudafrica (1930) sólo las mujeres blancas podían votar . En Sudafrica fue hasta 1994 que las mujeres negras pudieron votar . En 1776 en Nueva Jersey se autorizó accidentalmente el primer sufragio femenino (se usó la palabra «personas» en vez de «hombres»), pero se abolió en 1807.
Y en una buena parte del mundo ellas sigue sin derecho a voto. Por ejemplo , en Arabia Saudita, las mujeres no tienen derecho a votar ni a mil cosas más (como conducir automóviles) ; en Líbano las mujeres pueden votar después de pasar una prueba de su nivel educacional; los hombres, no. En Omán el gobierno elige (los patos apuntándole a las escopetas) a 175 mil personas para votar (claro, la mayoría, hombres) , etc. Por supuesto hay muchos más países donde ni hombres ni mujeres tienen ese derecho.
Las que nos interesamos en estas cosas nos sabemos de memoria, por ejemplo, la odisea de las sufragistas estadounidenses y británicas, pero alguien se acuerda dónde y cuándo se dio por primera vez el derecho a voto a las mujeres en perfecta igualdad de condiciones que a los hombres? Y si ustedes contestan que fue en 1838 en las Islas Pitcaim , acaban de ganarse medalla de oro en sufragismo femenino (y geografía) .
Para aquellos pocos que no saben donde están las Islas Pitcairn, les paso al costo que:
“Las islas Pitcairn conforman un archipiélago que forma parte de la Polinesia en Oceanía. De las cinco islas que lo componen, sólo la llamada Pitcairn está habitada. Es un Territorio Británico de Ultramar y la única colonia británica que queda en el océano Pacífico y es conocida por ser el hogar de los descendientes de los amotinados del Bounty y de los tahitianos que los acompañaron. Con sólo 46 habitantes (de nueve familias), es también famosa por ser el país menos poblado del mundo (aunque no es una nación soberana).” (http://es.wikipedia.org/wiki/Pitcairn).
Desconozco las circunstancias en que se dió el aventurado y venturoso acontecimiento, pero me gusta imaginarme historias sobre esto, por ejemplo: un día todos estaban medio borrachos y de buen humor y decidieron jugarse al cubilete algunas ideas locas: “Oigan, y que tal si les damos el voto a las mujeres? - ja, ja, ja – Qué buen puntacho! Ooopss...ganaste..!” O, quizás el gobernador de la isla tenía una esposa sufragista que le puso un ultimatum: “Mira, Peter, o nos das el voto o te toca suelo!” . O la tasa de población femenina había ascendido de 9 a 1. O, simplemente, las islas Pitcairn eran el lugar más civilizado y gentil del mundo...por eso todos se fueron.
En fin, si alguien conoce la historia real, por favor, envíenla.
De todos modos, en varias partes del mundo el voto femenino fue aprobado muchos, muchos años antes que en Estados Unidos o Inglaterra y eso no es broma:
“En 1853 se aprobó el sufragio femenino en la provincia de Vélez (en el actual departamento colombiano de Santander). Fue el primer caso en un país independiente; no obstante fue revocado en 1857 y restablecido el 25 de agosto de 1954 pero, como el país vivía la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, sólo pudo ponerse en práctica desde 1957.
En la segunda mitad del siglo XIX, varios países y estados reconocieron un tipo de sufragio femenino restringido empezando por Australia del Sur en 1861.
En 1869, el Territorio de Wyoming se convirtió en el primer estado de EE.UU. donde se instauró el «sufragio igual» (sin diferencias de género) aunque no el sufragio universal (no podían votar hombres ni mujeres de piel obscura).
En 1893 se aprobó en Nueva Zelanda el primer sufragio femenino sin restringir, gracias al movimiento liderado por Kate Sheppard. De todos modos a las mujeres sólo se les permitía votar pero no presentarse a elecciones. Las boletas femeninas de votación se adoptaron apenas semanas antes de las elecciones generales. Recién desde 1919 las neozelandesas tuvieron el derecho a ser elegidas para un cargo político.
El primer estado en ofrecer el sufragio universal (y también permitir a las mujeres presentarse a elecciones para el parlamento) fue Australia del Sur en 1902 (según otros en 1894) y Tasmania en 1903.” ( http://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_al_voto_de_la_mujer )
Ultimo país recientemente en obtener el voto femenino? Kuwait, en el 2005.
Ay! las historias olvidadas!